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¿QUE ES UN POEMA?
POESIA DOMINICANA
Miguel Antonio Jiménez

Miguel Antonio Jiménez, poeta, conferencista y ensayista. Nació en Hato Mayor, República Dominicana en el 1955. Es Licenciado en Educación mención Filosofía y Letras, con una maestría en Literatura. Ejerce como profesor de Lengua y Literatura y es en la actualidad director del Taller Literario César Vallejo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Textos suyos figuran en varias antologías entre las que se destacan La Enciclopedia Dominicana (1994) y El Diccionario Enciclopédico Dominicano (1988). Ha publicado los siguientes libros: Temblor de pasos (1995), Amante del amor (1999), Al filo del agua (2000), y el libro de ensayos sobre Literatura Francesa titulado El laberinto terrestre (2003).

 

Selección poética

 

 

AL FILO DEL AGUA

XI

Aleteando en el hilo de la sangre

sin resignarse un solo instante a lo eterno

inmerso en el deseo alarga el tiempo

la noche acuchillada por la sed

imán de flor estremecida al ansia

agarrado a su estrella sueña el alba

el dolor de la nada ahondada al beso

el sol blande en su llama

la pasión de los sueños

rueda, una gota de vinagre en tu sed

y en una luz fugaz hiere la vida

el mundo que se ahonda en tu interior

fugitiva de ensueños es tu voz en la nada

sella su honda herida luz de angustia

agoniza la luz sobre la faz de Cristo

subsuelo amado revuelto en la ternura

de tu sangre en el revés del río

fugitivo el fuego venga en tu voz

el instante que fluye de la huida

en el quebrado espejo de tu ser

balanza el equilibrio cuajado de horizontes

siendo del alba su puerto en el hueso de la luz

rueda por su sangre el mundo en la nada del no ser

tiende la sílaba a desnudar la muerte

ardiendo el corazón sobre la tierra

en tu rostro otro paisaje dibujaba el infinito

cede el alma al perfecto mar del sueño

donde beben los tiempos laberintos de sed

invalida el futuro el emblema del ser

gangrenado el planeta emigra en pus

llagas sangran miércoles de ceniza

posee el sentido el ser de su desgarro

sucumbe el pez a la daga del sueño

respira en otra luz su sensitiva escama

los ladrones del tiempo explican tu nostalgia

obsesión del espíritu ante la página

se vuelca el día en la selva de un hacha

derramado en la forma tu conciencia

luz de flor en la huida el sueño toca

el siglo que apuñala un cielo arriba.

 

XIV

Una mirada que describe el mundo

donde el deseo es imagen y la memoria es vida

en la indetenible rueda del tiempo

y el tiempo regresa en la acción de la luz

percibiendo el rumor del universo en tus oídos

en un retorno eterno que renueva la vida

y conjuga el ser en su libro infinito

un mundo dentro de tu mundo

va cantando en la fuga que la arcilla moldea

y un símbolo de sueño imagina tu voz

abanico posible de existencia y creación

cifra regresiva del vital movimiento

en el maleable barro de los nueve círculos

donde la historia muestra su fórmula convulsa

allí diviso la montaña que dio nombre al océano

allí naufraga la aventura y se resuelve el mito

en un rumor nocturno donde se fija Dios

y el hombre vive su trunca eternidad

su travesía de edén y espacio nuevo

en la emoción de la tiniebla que anuncia toda luz

porque la pasión late lo mismo que una ola

en el rumor del viento

y tu canto es quimera de equilibrio en la sombra

donde la noche hace la invención de otro mundo

donde es tangible el sueño de atravesar al día

en su soplo divino.

 

 

XV

 

Hoy la ciudad amaneció en mis manos

y arde de ayer su voz acuchillado

como un torrente íntimo

es una flor de sangre que gotea de su río

en lo oscuro quemado de aire y sueño

y su trampa de lodo es resumen de orilla

que recorta la sombra de mi día

y un vacío amarillo hiela el alma

curiosidad del viento de la espina

que se clava en la imagen de la sed

como un ángel de lluvia donde se exprime el verso

y sangra sueños y bosqueja difuntos

donde el instinto dobla el relincho del miedo

el tiempo poda poco a poco mi rostro

es un caballo sin fin en una labor agria

Hoy la ciudad amaneció en mis manos

y resbala en el tacto una fiebre convulsa

donde el hombre repite las consignas del humo

en la estéril palabra de las ruinas

y una luz nos dibuja en la erizada huella de la vida

en el ángel terrible de las calles.

(De caída agonizante, 2000)

 

 

CRECE UN ARBOL EN MI VOZ

Crece un árbol en mi voz

como un árbol tiembla su raíz

bebo el verdor del sueño de su música

de mis sienes brota limpio un tallo

la sangre es un fluir de tierra y fuente

la rosa que se hace densa tiene mi voz

desnudo el olvido lleva el deseo del mar

como un flor de sed que mueve el alma

tiemblan las hojas los sueños y mi voz

poseyéndome como honda corteza donde la vida escapa

un recuerdo de agua en una luz de carne

semejante al amor es un ala el olvido

en la tierra que sube de mi voz

nutrida con la savia en el hilo de un beso

y madura hacia dentro como un fruto

donde observa invisible la mirada

un latido de flor un sueño de hojas

como una sed nacida en tiempo roto.

(De Amante del amor, 1999)

 

 

 

TIBIA EL ALMA

 

Tibia el alma arde en la brisa

afina el viento su breve latir

en tu cintura sueño a flor de agua

donde una luz seduce

el íntimo retozo de tu vuelo.

(De Amante del amor, 1999)

 

CONTORNO DE LA LLAMA

A.C.S.

Desnuda va la sangre en su llama

de río su luz traspasa el agua y el lenguaje

así de sueño estiràndose fino como un ala

subiendo en giro luz al aire forman

de viento simas ahondan la madrugada del viento

vino y mar fugan el fuego en su mirada

dios solar en el silencio tierra y agua

donde corre en la arena la demencia del uno

alma quemada en la llama del iris

astro de música en un tacto sin cuerpo

robada claridad su luz de sueño

diluye los colores en la escritura el fuego

semilla enamorada que germina

en la carta de muerte que giran sus vocales.

(De Amante del amor, 1999)

 

AMANTE DEL AMOR

 

Se abre en rueda mi mano y gira el pecho

la elevación del agua sus pezones

en el sonoro vínculo del ser

irse es retornar en el hilo del beso

danza el fuego la cera del deseo

gota amada de instantes capturados

talle el reloj de tu minuto carne

ondas de labios al pie rosas germinan

tacto violeta en el latido mudo de la piel

estirada hasta el punto crecido del orgasmo

fuga la noche el deseo y en sus límites

la llama del lenguaje funde cuerpos.

(De Amante del amor, 1999)

 

SER O NO SER

 

Al aire estás y no es el aire

sino una cosa muda que alguien piensa

y susurra en tu piel como un pensar del aire

Es tu voz y no es tu voz

sino un recuerdo en la garganta

que va espigando sueños

en el aire del día

Estas al sol y no es el sol

sino naranjas húmedas que llenan de amarillo

el nocturno día que en redondo se muestra

Con Dios estás y no es Dios

sino el efecto de alas que produce tu fe

llenando de plumas la metafísica del arte

Siento que me miras y no me miras

es una comunión de sentidos donde finge el ojo

oler el tacto de la luz

Tienes la sed del agua y no es el agua

sino un ardor de vida que transparenta el sueño

Al misterio te muestras y no es misterio

sino un árbol que habla desde el verde

aquello que todos ven presente en sus detalles

Me despiertan tus pasos y no son pasos

sino suspensos del alba

de una angustia que piensa

 

Sientes amor y no es amor

sino un rumor de sangre que respira tu pecho

hasta absorber la savia

que en tu aliento se capta.

(De Amante del amor, 1999)

 

 

 

 

 

EL ARTE

 

"Y todo el Nilo en la palabra Nilo".

Jorge Luis Borges

 

Sin palabras sin pausas sin silencio

el mar en el azul es un Picasso

dentro del fuego de agua que lamina su forma

un astro tembloroso inventando nostalgias

el gris el blanco el negro en su grito

va latiendo en romance va en angustia

a través del ángel y la espada y los enigmas

un caracol de noche un oído de sombras

un lamido de virgen unos labios de miel

una respiración de párpados y nubes

un anónimo un deseo una letra en el ojo

un niño aleonado en su piel de leopardo

un quiero una amapola muriendo de amarillo

una rotunda flor de transparencia

al agua un hongo dulce

un tiempo levantando la música del tacto

una voz un árbol un pleonasmo ambiguo

un esqueleto de aire fundiéndose en la brisa

una savia de alas que elabora la altura

un inmenso mugido una ola en ansias

una tabla llameante que cabecea el presente

un animal desnudo persiguiendo el destino

un salto de potro en soledad

un mundo germinando de carnes y de hierbas

una jauría de cuerpos un hueso aullando

un hilo de sangre girando los sentidos

una melodía que circula en sílabas

un temblor de sienes y un sentir

una furia de cielo y carne niña

un crujido de seda un remolino

una lentitud de mar que gratifica el goce

inmaterialidad de la palabra que anula distancias

un nacimiento continuo un comienzo sin fin

un boceto de lluvia una ciudad

sin palabras sin pausas sin silencio

una mujer desparramada al fuego

un color inédito vibrando en la mirada

un cómo es posible que nadie

un horizonte de voces un laberinto

una fiebre de muslos un acento de noche

una palabra que fluye sin sueño

un nocturno que muere de afrodisia

una noche dilatada en la seducción de su mito

una fábula insomne dilatando la muerte

una violencia muda un combate interior

una ternura que agujerea el instante

un yo quedando en los declives

una ironía que rechina en los dos

un sexo perdido una avaricia amada

un rumor creciendo en lo invisible

un equilibrio de miedo una luna descalza

unos senos donde expira el viento

una mordida un delirio un menudo de danza

un lenguaje de ser en movimiento del alma

un lenguaje una esencia infinita

una plumilla que retoza el lenguaje

un símbolo de voz donde canta el poeta

sin palabras sin pausas sin silencio

una estatua de luz una esfinge de lava

un pensamiento como escena visible y verdadera

una mitología que cede a la vida

y es mito y es vida y es amor

un arte de tu noche y un Picasso.

(De Amante del amor, 1999)

 

 

 

 

NOCHE

"La noche exacta que precede a la última".

Aime Cesaire

"Pues hoy derrama noche el sentimiento".

Quevedo

 

El mar está en los ojos de la noche

rumor disuelto de la nada en música

subiendo en la canción al fondo de los sueños

la mirada te moja tu íntima dulzura

en el agua escribe tu origen el crepúsculo

transparente sonido de una forma la luna

instante de eternidad luz de los días

se desparrama en su desmesura

y un pájaro invisible pica el placer de Dios

inmenso seno de las revelaciones

hondo rincón donde el hueso germina

de nubes el vacío abre los labios

luz de carne atada a los rayos del alma

toda alma es un lamento un fin un gozo

el arte está en la melancolía de la noche

pausa donde la novela crea la magia

resbalándose como imagen de hielo

donde imaginas y sueñas y perdonas

el dibujo que te hago en el pecho

para borrarlo consumiéndote hasta el alba

y te elevas rosada como piel de harina

desmoronándote en el goce

donde sube la noche sus niveles de sal

y el deseo te nace como piedra bronceada

noche de mil y una en el trigo que nace de tu noche

punto donde el espíritu y la piel la guerra hacen

entre tu sed y el cuerpo transcurre una agua curva

que vibra extinguiéndose

en el ojo del tigre donde el amor se raya

y se miran pintando los labios que posees

torbellino enroscado en el azar

ladridos de sombra transmiten el sonido

de la vida en un tenso cordón de claridades

y recorriéndole como esperanza nómada

un animal en fuga que estudia la sombra

como suerte crecida que viaja en el río

simple como la culpa y el presagio

lentamente en el fondo peces negros sueñan

relinchos destilados de sus mitos

tan larga la noche que el diamante estalla y se borra

creciendo con la noche de si mismo

noche ciega nacida a flor del alba

donde escuchan los siglos el tacto de la nada

sentimos la palabra perderse en nosotros

y trascender con la noche en el poema

devorada perla que circula en la sangre

una noche podada de otra noche

una sed vencida en otra sed

de lo eterno el punto cero imagina

un verano de Shakespeare una línea de Borges

porque los acaricias con sus llamas la noche

un ave que se quema es la luz inflamada

y en lengua nuestra canta el viento tu forma

al hollarme sigo siendo oscuridad

porque la noche no es alta sino hondo

tierra en que la rosa arde

oyendo en tu temblor de aves

un mundo alterado en tu desnudo

triste luz donde el sexo te muerde la palabra

como un breve disparo que se llena de alas

hiriendo de vuelo los minutos vacíos

limite del gemido parecido a mi boca

donde ondulan del ansia los sonidos

prudencia que diluye círculos de formas

un murmullo tenso y tibio donde la sed se hilvana

la noche lunar donde hormigueo el beso

donde el libro aletea capítulos de agua

hondísimo el pez en el contacto fluye

hélice revelada en que giras tú

verbo donde arde tu desnudo impetuoso

vibrando como raíz mineral o gusto líquido

mi fuego incinera la noche amándola hasta el polvo

universo pensado que se cae de sus bordes

hondura en viaje donde la magia se suicida

en azabaches

como lo estampó Byron para amar se hizo la noche

lienzo en el tiempo de un resplandor de nada

hacia adentro teje la araña los ojos de la noche

que en la ausencia nos miran

hueco frío que sueña en su lecho de voces

en tu mirada cómplice desde esos lagos negros

sueño de muerte donde la luz se funde con tus besos

la chispa crea la llama hace la hoguera

fuego trágico fértil decisivo

en el cráneo del tiempo donde danza la vida

en el deseo que imanta la pasión de la huida

pulmón asimilado por el vuelo

agujero de hojas como voces izadas

liquen de noche en el color de los jardines

hueca la rama imanta el vacío

y a sí misma la noche se sucede

paralela como todas las noches

ésta obedece al clima de tu aire

como una ficción que nos integra al cosmos

inédita en su negro la noche nada en su estilo

toda alma es un lamento un fin un gozo

nos va incluyendo en el portal de ser

la humilde abreviatura del amor

y alzas la vista y escudriñas y lees

la jornada imaginaria que termina en mis labios

la noche nivel donde la luz se alía a la forma

suma donde te vivo y te maduro como tierra que sube

y tus colinas ondulan la música del aire

girando en tus pezones como soplo de noche

esos panales tiernos que saboreo en efusión de vida

donde el cuerpo goza del alma

y en su sustancia espesa uvas negras germinan

encendida en la sobra que la noche resume

sólo tu madrugada ha visto sueños de colores no vistos

el fantasma de fiebre de tu cuerpo llovido

con esa lentitud de las horas quemadas

donde gotea la noche en su íntimo rocío

imantando la piel como época lejana

la emoción mata la noche en la frialdad del ruido

puntualiza el olvido las formas del recuerdo

el silencio se mece en el salto del agua

y una sola es la noche del deleite

y uno solo y eterno es el poema.

(De Amante del amor, 1999)

 

 

 

EL AMOR

 

Como ave parte y en señal de fuego llega

de su hueco brotan flores creciendo en brasas

en llama una paloma forma el aire

del sueño mi lengua incendia un astro.

En la flama su raíz conoce el mundo

girando sobre si la llama insiste

en esa música que canción de aire se vuelve.

(De Amante del amor, 1999)

 

FÁBULA ROSA

 

Húmedo el movimiento de la rosa que silba

goteando desde el alba su vacío.

(De Amante del amor, 1999)

 

 

ESTE SUEÑO

Este sueño sin párpados es un rumor herido

y este aire de vida es un redondo sueño

donde tus ojos ruedan y me siento su dueño

en el agua que juega consumiendo el gemido

 

Eres mi agua mi fuego mi primera noticia

la pregunta que envuelve la palabra que asoma

su voz hiela en el aire que toma

mi agudo fuego mi mirada en caricia

(De Amante del amor, 1999)

 

 

SONETO CON ESTRAMBOTE

Senos peras parecen tus violines

desnudos en mi música los muerdo

como cuerpos en fuga los recuerdo

en la gimiente forma sus delfines

Son la carne redonda de sus curvas

que el sueño toca al aire suspendido

en la música forma del gemido

en el verde sombra de sus curvas

Inclina ya la tarde tus pezones

y a través de la música diluye

el mundo que consiente tus razones

Son formas pero son ondulante caricia

fundiéndose en la página que fluye

como tus dos sentidos de justicia

(De Amante del amor, 1999)

 

 

SI ESTAS MANOS

 

"El alma es como una mano".

Aristóteles

 

Si estas manos creativas

pirámides que crecen desde el frío

atrajeran tu forma

con su fuerza hacia si

y si la lluvia fuera

una fina fábula

que reconstruye el sueño

y los dedos miraran

coserse el horizonte

en mis yemas rosadas

y se inflamara en el meñique

la tristeza pausa que dora mi ejercicio

aquí la vida

sensación de mis manos

olfateara el suspiro

de tu memoria insípida

(De Temblor de pasos, 1995)

 

 

COSAS

Y navegué toda la noche desde Homero hasta Joseph Conrad".

Jorge Luis Borges

 

Otra vez esta vez

con lluvia en los cristales

con miradas y con nubes

cantando al interior de estas cosas que rompen

en la luz de la vida el sentir que las vence

y dejan de ser silla

y dejan de ser mesa

y agarran nuestra voz

y chillan con nosotros y escapan de su forma

como forma de unirse

a lo que escapa

y un silencio de agua

se va quemando en el aire

y hacen agua del verbo

y un barco de papel

tiembla de cosas

y en la corriente besan

el cristal que la lluvia

como cosa consciente

les brinda en la humedad

que habla su nombre.

(De Temblor de pasos, 1995)

 

 

 

 

UN DIA LLUVIOSO

Trae la guitarra el día lluvioso

gimiendo hacia adentro en el alcohol

enferma el tiempo su flor

y su barro de sueño enuncia el aire

en un decir de muerte espesos ríos

persiguen sus orillas como una selva hollada

cuando Dios estaba aún azul dentro del hombre

(De Amante del amor, 1999)

 

DUARTE

Si pudiera crecer en el ángel de tu ira

como una lengua muda que se le escapa al sueño

la ausencia lograría al borde de tu herida

el argumento de lo no creado

si pudiera verte por dentro desnudo de palabras

una luz granizada imantaría distancias

y grabaría la página que se alza en tus latidos

como un número espeso que circula en la sed.

(De Caída agonizante, 2000)

 

 

LEON FELIPE

 

Este hueco

iba cavando en mí

como con manos

cava el tiempo el lenguaje

escuchándose sin voz

nadando en el eco

de una idea que fluye

palmo bajando

gimiente palabra

del origen.

(De Caída agonizante, 2000)

 

 

 

MECIÉNDOSE EN EL AGUA

A mi madre Juanita Alcántara

Meciéndose en agua su mirada

roba una estrella carne de su luz

y el corazón desnudo en la palabra

al imán de la forma define su pureza

cuajando en la raíz del mediodía

su llama de costumbre en los demás

curva el sol sobre el tiempo sus labores

circula en el olvido la memoria del alma

toda la sombra es mundo y el mundo su mirada

y una forma sin mundo es la inocencia

derramado en latidos el viento de tu agua

derritiéndose en vida se desvanece el aire

en el pulso de luz de tu ternura.

(De Amante del amor, 1999)

 

 

TACTO FRESCO

 

Al tacto fresco del día mi voz se duerme

y en tibia fiesta el sueño surge

ahora se deshace el punto subrayado

y robo al tiempo todas mis edades

a la deriva recorro la ciudad

y me encuentro a varios siglos del futuro

revelado a los ojos que traspasan descubro

árboles brotando en espiral

unos hombres que me miran extraños

deshojado el aire en perspectiva un rumor se aleja

una calle marchándose en cómputos

del cielo se descuelga una araña

con sus labios de piedra

y una indiferencia transcurre extinguiéndola

las aguas de un estanque copian una antigua glorieta

un astro mira el regreso como un pacto

en el dolor de mí la sombra fuga

desgarra el plano el acto de su fe

y mi palabra se extingue en el universo

de una gota de agua

donde oigo resollar las multitudes

y deseo volver a los brazos amados

al té que mi mamá con gusto

cada día nos brinda

ansía la vigilia la otra orilla

al tacto fresco del día que me ve despertar.

(De Amante del amor, 1999)

 

 

NOSTALGIA DE PAPÀ

 

Antes de que mi rol encontrara su toga

en los gruesos ribetes de la vida

tú soñaste mi sueño en tu vigilia

mirando en tu recuerdo las grietas de la luna

desde tu voz cansada al agua de la luz

donde la noche se ve desde tu cama

espíritu sereno de la vida

donde se curan todos los veranos

tus zapatos vacíos corrigen mi trabajo

y traen tu imagen de mar de Consuelo de Macorís

y me gusta pisar con ellos la nostalgia

y escribirla como ahora en tu sudor

la tierra sobre el tiempo te va cubriendo de agua

y un haz de transparencia te proyecta ante Dios

se va desparramando en mi garganta

como bandera amada en mi interior

para decir colores que apunta tu conducta

como rosa en su otoño tu entusiasmo prendía

en el latido manso de tus hijos

punto de soledad que imantan tu recuerdo

profunda la luz me suspende en la nada

sobre tu sombra crece un cuerpo

que dibuja futuro y archipiélagos

voy captando tu huella al tacto de la luz

y es amarga la música que define tu fuga

y tiene tu nostalgia cierto sabor de pan

cuando pregunto al tiempo la estancia de tu hacer

y hay una seca lluvia en el olvido

que va opacando el tiempo

tengo un silencio lleno de preguntas

robadas a los ojos de todos mis hermanos

y sílabas se gastan en el erizo mudo de la pena

y las palabras dudan ante el signo

porque hay más vida que tierra en su lenguaje

porque papá llevaba retozos de rocío

en el ángel de agua que nublaba su iris

sostuvo su costumbre hasta el final de tiempo

fuego de oro que arde en la pureza

pasos de mar en un nocturno rojo

deja que en mí palpite como temblor de aves

tu responsable nido

en el reloj tu vida es otra vida

y en las líneas de frío de la palabra

tu voz nos sigue hablando del mañana

más notorio que el día por ser más hondo

caminando en los bordes del amor
en el deseo sin fin del pensamiento.

(De Temblor de pasos, 1995)

 

 

MUCHACHA CAMPESINA

 

"Cuando tus senos alcen

apenas la camisa

te harán madre aunque sigas

siendo niña en el fondo".

Zitarrosa

 

Muchacha en el arroyo de los malos presagios

muchacha con el amor dormido en una hamaca

sacando de los sueños tu alegría

tu epidermis de sueño

tu mundial nacimiento

tu piel con el jabón de olor de un día de Reyes

llevas una provincia de gestos en tu estampa

en tu asombro goteado de dramas y canciones

donde juegan desnudas las caricias del viento

y el monte citadino que se amplía con tu blusa

y esa canela que regalas cada vez que miras

y esa infancia rosada bajándote las medias

donde las plantas del deseo bordan tu aire

la gracia de los niños jugando con la hierba

y esa batalla de pinchos reposando en tu pelo

donde buscándote se vuelve la migaja del mundo

todo el hechizo que ignoran tus miradas

¿Sabes?

Me preocupa tu silencio virgen

y el comercio que llevan tus pisadas

y este cielo nublado sangrando contrabando

y el campo con la sequedad de un golpe de tambor

hurgando en la aridez que profana tu llanto

exilada en el número que distrae tu bondad

envuelta en aire desde la leche que te niega la vida

la tierra poseída como despojo o burla

los domingos que nunca recitaron

los sudores de todos los domingos

y el raso que en tu ambiente

los galones lo ascienden al delirio

y el hambre como un gotero marcando el meridiano

en fin me preocupa

todo lo que de tráfico llevan tus traficantes

y ese verano ingenuo que nutre tus ojitos,

trato de convencerte para que no te traten

que el alcohol no marchite tu universal sonrisa

ese rojo de bija que pones cuando ríes

ese ruido surcando madrugadas

un jengibre tu voz como un aplauso

como el lenguaje que llevan en las manos

bastante gratitud para no defenderte

niña/ casi muchacha

niña/ casi cosecha de robos con machetes

niña/ preocupación como las de tus ojos

la que espero pintar para otra primavera.

(De Temblor de pasos, 1995)

 

 

ODA A JUAN SÁNCHEZ LAMOUTH

Ya antaño fue cantada por bardos y juglares

en floridos romances más dulces que mis versos

pero tú, cantor henchido de pensar transparente

le pusiste a la página vendimias olvidadas

ni altar ni linaje ni providencia alada

puede tener más sueño que tu negada lira

donde sólo la luna desciende a tu morada

vibración del instante que se desata en agua

en el torrente lívido que los sentidos ponen

y copulan de frío criaturas repentinas

que sorbo a sorbo tiemblan sus éxtasis extraños

engendrando tus flores en las ventanas húmedas

las corolas del ansia fornican con las piedras

y se aposenta tu alma en los puntos sutiles

y el pequeño poblado que elevaste en tus versos

como un Macondo alzado de tu imagen onírica

se va tornando agreste con el hambre del día

los bosques que se apoyan en el poder del amo

van talando la vida con los pasos del hombre

aunque la melodía se siente en la pradera

las alas invisibles de tu voz pondrán el vuelo

en la fiebre espumosa de tu selva encantada.

La flauta que encendía proletarios oídos

abiertos a la gracia del clamor colectivo

se funde con tu música de nimbos liberados

y este acento de lluvia que columpia mi forma

como un acordeón líquido te abraza redimido

poeta en la ebriedad, que lucen los sentidos

sigo poniendo estrofas en tu henchida garganta

porque suspira el aire de la muerte asustada

por unos ordinarios roedores de vitrinas.

(De Caída agonizante, 2000)

 

EPITAFIO

Nuestro vivir sentido da a la muerte

y en el aire quemado me desgasto

interroga el crear desde su sino

viviendo estoy muriendo de vivir

fugándose mi voz con el deseo

muriendo estoy viviendo de afrodisia

provisional desgarradora oscura

para subir sin alas

la muerte que me vive

es sólo un sueño.

(De Caída agonizante, 2000)

 

 

 

DESOLACIÓN

A Frank Martínez

en la plenitud del grito.

Abatida hasta el polvo está mi alma

Salmos 119....25

 

Y agotado y rendido y casi muerto

abandonado en la sal de mi ser

tomo esta letra viva

tomo este verso así

como el hielo de vidrio que simula la sangre

cortando como el frío semejanzas del odio

como una queja lenta que hace metal la forma

y roto y tendido y abollado

en las rancias colinas del insomnio

como una sombra colgado de la noche

repito la plegaria que me conversa Dios

por la silueta fértil que hace piedad la llama

por la máquina misma que se queda en los sueños

y trabaja en detalles la posible quimera

en la agónica página que tala voluntades

como un gotero eterno que suspende su canto

para oír el delirio de un poeta que late

en esta orilla sorda

donde rueda mi grito

en un oscuro tiempo

en una llaga oída que la nada escudriña

en esta noche muerta que se clava en mi ánimo

como una repetida soledad de universo

cuando tú te derrumbas en el resto del tiempo.

 

(De Caída agonizante, 2000)

 

 

 

 

VENCIDO

 

Vencido

como una flor nacida del cansancio

duele mi soledad en el insomnio fijo de una piedra

creciendo desde el viento en el pecho de Dios

como un fulgor de cielo obedeciendo a nadie

en la libre emoción de los dormidos

espacio en blanco donde la muerte reproduce mi caída

con las manos vencidas en lo humano

desangrado en lo íntimo

bajo el agua se mueve mi canción

cayendo desde el fruto que retoña

una huella en el símbolo del alma

como el inicio de un aire fugitivo

donde siembra el reflejo enamorado

aquel cansancio gris deshojando el olvido

duerme una hoja seca meditando su huella

vencido en el latido de tu huida

vírgenes los oídos se ahogan en mi tacto

montado al invisible flujo de la sangre

el canto ondula en flor de gravedad

miradas oyéndose en el iris del eros

desnudo de mi mismo deshojado en la sed

como una noche honda que en transparencia se alza

mares del aire nimban mi voz

y mis alas se quiebran en una vida que no es

iba quedando inútil desde una sombra

iba desmayado en un dejo de sal y de desdicha

sostenido en el olvido que equilibra su círculo en lo

nimbado el pan en el barro la muerte

hincado ante la tarde en el silencio tocando la mirada

del ojo fulminando lo no visto

ante la tierra que de humana siente el puño

despedazado en la vocal primera de mi voz

donde se ahoga el crepúsculo

vencido a la última hoja de un árbol que sueña

en la piedra se balancea mi alma

y es breve el canto y allá donde el mar gime

todo tiembla atrás se vuelve oscuro

acaba de apagarse la estrella donde vivo

caen de los labios las palabras

y hueca la cabeza cuelga arriba

me ahorco en mi lengua y renazco en espíritu

en el deseo del mar en lluvia caigo

mordido por la sombra que puebla esta camisa

erizada en la rueda de mis manos

moviendo las palabras como ríos vencidos

en el frágil concierto de los sueños

y en el flujo de una imagen que cegándose muere.

(De Caída agonizante, 2000)

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