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¿QUE ES UN POEMA?
POESIA DOMINICANA
José Alejandro Peña

POEMAS DE
JOSE ALEJANDRO PEÑA
 

josealejandropena9.jpg

José Alejandro Peña (Santo Domingo, Rep. Dominicana 1964).
Obtuvo en 1986 el Premio Nacional de Poesía con su libro "El Soñado Desquite" (Colección Orfeo, Biblioteca Nacional, 1986).

Desde 1995 reside en los Estados Unidos de América donde funda y dirige la revista bilingüe de poesía y las ediciones de libros El Salvaje Refinado (
www.elsalvajerefinado.net ).

Ha traducido poemas de Wallace Stevens, Mark Strand, Ives Bonnefoy, Vasko Popa, Theodore Roethke, Howard Moss, Henrik Nordbrandt, Emely Dickinson, Allen Ginsberg, entre muchos otros.

Ha publicado los siguientes libros de poesía:
Iniciación Final (1984), Pasar de Sombra (1989),
Estoy Frente a Ti, Niña Terrible (1994)
Blasfemias de la Flauta (edición bilingüe de Essential Icon Press, Nebraska, 1999), Tomorrow, The Paradise (versión inglesa, XLibris Corporation, Pennsylvania, 2001), Mañana, el Paraíso (ediciones el salvaje refinado, Mayo, 2002) y El Fantasma de Broadway Street y Otros Poemas (ediciones el salvaje refinado, Mayo, 2002)

 

 

CATARSIS

 

Estoy en Rusia, el país de los malos,

en una calle del fin del mundo.

 

Tengo la piel comida de los presos del

norte y una ambición de gloria y pacifismo

que no conoce el hombre de estas tierras.

 

"Catarsis" llaman los sabios judíos

a la serpiente que muerde mi corazón.

Catarsis, el viento abre en la piedra un

camino difuso.

Catarsis, todo lo puse

en la palabra "despertar".

 

 

   

  

VE, REGRESA

  

Para hacer bolillos de lodo esta mañana

me basta no tener que hacerlos muy de prisa.

No hay manchas de la que

colgar tanto abandono.

 

Para ser puente que nadie cruzaría

sin mis piernas

sólo me basta seguir el sendero

que los otros eligieron para mí

en sus sueños.

 

Ve

regresa a tu silencio como de

una batalla que ganaste

            dormido.

 

 

 

 

EL CIELO, UNA CORNEJA

 

El cielo ya no está tan bajo como

el jueves de la crucifixión anterior

cuando hasta los niños de mi edad

podían tocarlo casi con mi mano

 

no ya la luz

           el misterio colgando

de mi ventana como un trapo viejo

de Van Gogh

 

el infinito sólo tiene falsas puertas

de acceso y  un hall vengativo

hacia Dios

pero no tiene sangre de camello

para cruzar el desierto

ni tanta piedad que hiela doce vasos

                                  de sed.

 

Cada hombre con tal desprecio simultáneo

transforma el paraíso en espejito de

amaranto 

 

simulando un ascenso inaudible

de áspid manso

 

los ángeles rugen dentro de las botellas

de vino a las que todos por turno

venimos a orinar.

 

 

  

 

LA NUEVA INQUISICION

  

La luna de este jueves

roja como el andamio de las pesadillas

en lo vago de las plazas que mi ojo

izquierdo podría desplazar 

 

entre mi ojo derecho que oscila

como una pieza instantánea

80 ambigüedades cortan 

el satélite

 

ennegrece de tanta blancura

y semejanza la luz misma.

 

¿A quién vender el cielo por un pedazo de

suelo sin labrar?

 

Un ojo se deshoja o se acalambra.

Un árbol se desliza por sus ramas

La lumbre es una sombra y no

unos pasos...

 

Un pájaro se pudre por el cielo.

Y es tan bello como una pelambre de mono

guillotinado por los viejos de la nueva

inquisición.

 

 

 

EL MATAMOSCA

 

Una camisa de fuerza muy debilitada

para estarse muy quieto bajo el

mata-mosca de Alejandro el Grande.

 

Si, Mrs. Parca

hay caballos de una sola pierna

que suelen correr cuatro veces más de lo que

un caballo de 6 piernas.

 

Pero nadie los ha visto este día.

 

Mañana le traeré algunos trozos de

Caridad con los que se puede hacer un caballo

de verdadera fortaleza.

 

 

 

MASTURBACIÓN EN LA MISA DE ADORACIÓN A LA VIRGEN DE TIZA 

 

 

El cielo se despide del cielo

y la nube atraviesa el camino

                   por debajo

el mundo se hace con las manos frías

de los muertos

en otro lugar

la vida

y otras cacerías de irreflexión

maduran

 

se pudren los minutos de mi viejo

reloj

masturba el cielo las cabezas de paja

que van quedando entre chubascos

de fiesta.

 

 

  

 

 

ACERTIJO

  

Como un clavo que llega a la mitad

del presagio de un vaso de whisky

cuatro sombras quedaron sobre

el aire.

 

Un eco misterioso se perdió entre las olas.

 

Una pardusca sensación de arena

revolvió las escamas de la lengua

de los conquistadores con bífida

prisa enigmática

 

y la furia juntando sus amorfos vaivenes,

la furia de bellos botines descalzados

precisó la cuartada.

 

Crujieron los troncos pelados de las palmas

y yo, distraído de los bellos disfraces,

elocuente, privado de numerosas mañas

                                           vengativas.

cambié mi sangre azul por un globo de

lagartija y dije a mis pasos lejanos: la única

verdad indescifrable es la de poder asirse

al polvo con premura.

 

 

 

ECLIPSE PARA SIEMPRE

 

Por un rayo de sol cortada en dos

mi aureola paranoica.

Sube al cielo lo que pesa más de todo

y lo liviano reposa en el descenso.

Adiós. Se ha roto la secuencia

de tu único abrazo.

Lo que más pesa, más se hunde.

En mi vida de unos pocos años

el cielo permanece sobre la

mosca solidaria.

Esfumados en un clima de resonancias

podemos ver la parte que nos hace mejores

ante aquellos que nos juzgan distintos.

 

Nadie sabe si el mundo es este mundo

o si hay otro mundo donde estamos repetidos

para siempre.

 

Perdona que no pueda abrir los brazos

todavía más:

yo quise solamente abrazar lo imposible.

 

  

 

LUMBRE

  

Cuando el aire se agota y ya no hay leña

para encender la fogata de ladrillo

ni legumbres ni huevos para el almuerzo

ni dinero para comprar un poco de alegría;

cuando todo alrededor se torna

desesperante o difícil,

ella me mira con serena emoción

y me pide que no la deje sola

que me abrace a su cuerpo como a un sueño.

 

 

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Copyright © 2003-2004-2009 José Alejandro Peña