que no digo y siento enrolarse a mi piel
como una llamada de
petinencia.
"El Poema "Sombra", de José Ignacio de la Cruz, ignorado por los antólogos y las antologías, no visto hasta ahora por la
crítica dominicana, es uno de los mejores poemas que se han publicado en los años 80s.
Se habla de originalidad en algunos poetas de la Generación 80, pero una cosa es crear novedades muy originales y otra
que estas novedades y originalidad, coincidan en convertirse, en ser, poemas de una enorme trascendencia.
Este poema de José Ignacio de la Cruz, desde el primer verso hasta el final, se nos presenta no como un texto, sino como
un poema extraordinario.
"Sombra", es un poema que podemos llamar eterno porque fue escrito con sangre, es decir, con toda la sangre revuelta, con
la sola naturalidad del arte que busca expresar su propia trascendencia a través de la cosa creada.
Es una pena que nuestros críticos y antólogos, sobrepasen la calidad de un poema de un autor de tanta importancia, para
detenerse en lo que no la tiene, al menos, en los grados que nos la presenta nuestro José Ignacio de la Cruz."
José Alejandro Peña